Muy a menudo cuando desciendo a una cavidad y voy como primer hombre, me agrada pensar que voy sólo ante esa inmensidad, oscuridad total a la cual voy dejando atrás con una pequeña lámpara, cuando paro para esperar al compañero de atrás, busco un lugar seguro y me acomodo a veces por varios minutos, es ahí cuando siempre surge una voz en mi cabeza <<apaga la luz>>, y sin pensarlo hago caso, y todo desaparece, el no ver nada me hace soñar y fantasear despierto, la oscuridad absoluta es desplazada por luces disparadas de mi mente y las cuales dibujan formas, paisaje que me es difícil describir y de distinguir si son o no reales, sino hasta que llega el segundo e ilumina el lugar y puedo oír su vos, toda esa sensación es la que reactiva mi ser y a mis demonios más dormidos, hace darme cuenta que me es placentero, eso es lo que me hace abrazar la oscuridad, amarla...